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RECUERDOS DE LA VIDA/RICORDI DELLA VITA

PEÑAROL CAMPEON DE AMERICA

PEÑAROL CAMPEON DE AMERICA

Martes 30 de noviembre del 1982, el relator anuncia las formaciones: Fernández, Diogo, Gutiérres, Olivera, Morales, Bossio, Saraleghi, Vargas, Jair, Morena y Venancio.

Sentados como de costumbre en los partidos de la libertadores, sin cambiar por ningún motivo del mundo los lugares, en el comedor de casa estabamos Omar, Alejandro, papá y yo.

Omar con su mate y el termo, Alejandro sentado en el mecedor, papá apoyado a la mesa y yo en una silla entre Omar y Alejandro.

Fuimos mirando el partido con la emoción de una gran final, historica para nosotros jovenes, que despues de muchisimos años, veiamos finalmente a Peñarol jugar por algo importante.

En Montevideo, el Cobreloa habia empatado y necesitabamos ganar o ganar para llevarnos el título.

Quietitos cada uno en su lugar, esperabamos que la jugada de los chilenos terminara para movernos, pero cada vez que los rojos atacaban peligrosamente, todos volviamos a quedarnos en nuestros respectivos lugares, una cuestión de superstición, pero en los partidos anteriores habia funcionado a la grande.

Parecía que en este, nuestra cabala no iba a funcionar, todo indicaba un cero a cero como en Montevideo, pero al final, cuando el termo estaba casi vacío, papá, hincha de Nacional, bostezando y preparandose para ir a dormir, el centro de Venancio Ramos hacia los pies del Nando Morena nos hizo saltar de nuestras sillas, una emoción inolvidable, sentir los gritos de los relatores, los vecinos del barrio que salían a festejar, nostros que corriamos y saltabamos en el comedor como locos, el Hugo Bagnulo que se caía en el suelo por la emoción y medio pais contento que salía a la calle para llegar a 18 de Julio como fuera posible.

Gorrito de lana tejido por la tía Angela, bandera de Peñarol en aquella caña que no servía más para pescar, encontrandome con el Gato en la mitad del camino, nos largamos junto a Gerardo Teodoro a la calle, subimos al 145 y recorrimos Proprios entre gritos y festejos, con la mirada amenazante del guarda, que seguramente era hincha de Nacional, a cada grito.

Bajamos en ocho de octubre y caminamos hasta 18, la multitud era impresionante, tambores, vino, bombas brasileras, algunos bailaban, otros cantaban, los milicos nos impidieron pasar por la casa de gobierno, y ahi se mezcló el fútbol con la realidad, cantos contra la dictadura, corridas para evitar de ser apaleados y vuelta a casa, caminando por Agraciada por cuadras y cuadras, pues habiamos prometido justo eso: si salimos campeones de América, volvemos  a casa caminando.

Infaltable el día siguiente la ida a San Pancracío, a prender una vela, ademas de liberar los santos pilatos que habiamos hecho repitiendo a cada nudo: “santo pilato, la cola te ato, si no gana Peñarol no te desato”.

Lindos recuerdos de un tiempo que fue, vinieron otras copas, otras emociones, pero como aquella que nos regaló el Nando con su gol al ultimo minuto será verdaderamente dificil que se vuelva a repetir.....

 

Fernando.

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