Blogia
RECUERDOS DE LA VIDA/RICORDI DELLA VITA

PESCA A LA ENCANDILADA

PESCA A LA ENCANDILADA

La blanca luz del farol a mantilla, rompía la oscuridad de la playa desierta.

La brisa del mar nos traía las voces de quienes habian quedado en la arena aún tibia por el calor de la jornada, risas y gritos se confundían con el romper de las olas que aparecían sin avisar estrellandose con gran estruendo contra la costa.

Cada ola que pasaba nos obligaba a levantar el farol por encima de nuestras cabezas, a su vez, cada vez que una se acercaba, traía nuevos pececitos y la red que Daniel tenía fuerte entre sus manos, por un momento se llenaba de majuga de pejerreyes y mojarritas.

Mitad de ellos volvian a liberarse quando la ola sucesiva levantaba la red y Francisco inutilmente intentaba tenerla en el agua para evitar el desastre.

Mientras tanto el farol se subía y se bajaba, las gotas salpicaban en el vidrio y el vapor que se formaba me impedian ver lo que sucedía a mi alrededor.

Desde la playa gritos y risas se sentían cada vez más lejos, señal inequivocable que nos estabamos alejando de la orilla.

Volviamos luchando contra la corriente a acercarnos a la costa para volver nuevamente a alejarnos en busca de pececitos.

El titiritar de los dientes y el frio intenso nos hacian abandonar nuestra pesca, con el botín en la red y los pantalones empapados, volviamos a la orilla para encontrar los familiares que nos estaban esperando, Sonia, Tití, Francisco Pedro, Nathalia, Paolo, Margarita, Ana Laura, Daniela, Alejandro y Patricia, se turnaban en las noches de pesca a la encandilada, esperando en la oscuridad absoluta guiados por el resplandor de la luna que nos hacia compañia apareciendo como una imagen sagrada en el horizonte marino.

Volviamos a casa despertando a los vecinos con nuestra charla y carcajadas, allá nos esperaba Teresa que con paciencia y mucho empeño, cocinaba la magra pesca en la garrafa de tres quilos apoyada en la mesa de cemento.

Masticabamos las mojarritas con ganas, comiendonos la crocante cabeza sin pensar a nada.

Lindos recuerdos, momentos hermosos pasados juntos en familia y alegria.

Fernando

0 comentarios