Blogia
RECUERDOS DE LA VIDA/RICORDI DELLA VITA

ANA Y ANITA

ANA Y ANITA

Al iniciar el siglo XX, las familias uruguayas eran numerosas, así mis abuelos maternos, Máximo y Rosaria oriundos de Salto pero vivían en Montevideo tenían 8 hijos:

Vicente, Angela, Juana, Victoria, Santiago, Olga, Luis y Teresa.

Eran muy humildes pero con un corazón grande por lo que criaron junto con sus hijos a Ana.

Ana era de tez morena y cuando creció se transformó, por o menos así la recuerdo yo en la imagen de la mama vieja de las murgas.

Con el tiempo formó su hogar y se alejó de la casa de mi abuela.

Quedó su hijita Anita al cuidado de la familia. La consideramos una más de la familia, así que cuando nos referimos a ella siempre es nuestra prima Anita.

Lo que recuerdo de Ana era su risa, la íbamos a visitar de vez en cuando, vivía en un barrio muy alejado y en un apartamento al fondo de un corredor y cuando nosotros le contabamos algo que le daba gracia, reía con ganas, el eco de su risa, grave y retumbante quedó grabada en mi memoria.

Anita es la mayor de los primos, se llava algo así como 10 años conmigo, así que cuando nos juntabamos todos, un grupito de primos al que yo pertenecía de edades similares la veíamos como toda una señorita, la prima grande junto con Carmen y María.

Nos asustaba con el enano verde, así que como consecuencia de alguna travesura nuestra, después buscabamos debajo de la cama, arriba del ropero a ver si no estaba el temino enano verde. Nunca lo encontramos, pero temíamos verlo.

En una época cuando mi madre trabajaba nos cuidó a Francisquito y a mí. Era muy estricta y rigurosa, todo tenía que estar en su lugar y sumamente limpio.

Me mandaba bañar, pero yo la engañaba y abría la canilla dejando correr el agua para hacer ruido mientras me quedaba sentada o mirandome al espejo, hasta que un día me descubrió ¡ Uy ! Fue terrible, tuve que soportar sus gritos, sus amenazas con contarle a la tía Teresa y luego por supuesto el sermón de mi madre no se quedó atrás.

A Francisquito lo tuvo toda una tarde atándose los cordones, hasta que no aprendió no lo dejó ir a jugar.

Es una excelente cocinera y siempre fue muy elegante.

Se casó con Nilo y tiene una hija Selene.

 

 

María Teresa (Tití)

0 comentarios